Cualquier pequeña empresa, tres tipos importantes de embalaje interno son el plástico de burbujas, los cacahuetes de embalaje y la espuma de embalaje. Todos están diseñados para la protección, pero cada producto tiene sus propias propiedades y aplicaciones específicas que vale la pena conocer.
Espuma de embalaje
La espuma de embalaje está hecha de células de polietileno llenas de aire. El polietileno, un termoplástico, es un polímero de etileno. Para hacer espuma, se airean largas cadenas de moléculas de etileno mientras se funden, y luego se enfrían. Este proceso da como resultado las características burbujas de aire.
La espuma está disponible tanto en forma plana como en forma de «caja de huevos», y posteriormente se enrolla – de la cual se pueden cortar hojas de las dimensiones deseadas. También puede venir adherida al interior de bolsas o sobres, para aplicaciones postales (como el envío de electrónica).
Su estructura le da propiedades de amortiguación, permitiéndole proteger los artículos contra los arañazos y las rozaduras durante el transporte y el almacenamiento.
Embalaje de cacahuetes
También conocidos como «chips de empaque» y «relleno suelto», los cacahuetes de empaque están hechos de poliestireno, que ha sido mezclado con pentano o hexano (gases que actúan como agente expansor) para crear espuma. El vapor se utiliza entonces para formar la espuma en trozos de la forma y el tamaño deseados. La forma y el tamaño pueden variar, algunos se parecen a los cacahuetes y otros son más tubulares.
Los cacahuetes de embalaje están diseñados para llenar los huecos entre los artículos de los paquetes, y tienen una amplia variedad de aplicaciones, desde la protección de la fruta hasta el acolchado de DVDs y CDs.
Envoltura de burbujas
El envoltorio de burbujas está disponible en rollos de láminas, con burbujas de aire dispuestas en un patrón regular. Los gránulos de resina de polietileno se extruyen, se funden y se enrollan en una película. La película pasa luego por rodillos que tienen agujeros, de modo que la película se aspira en burbujas y el aire queda atrapado dentro de ellas.
Esta envoltura resistente al agua está disponible con varios tamaños de burbujas, desde muy pequeñas a muy grandes. También se pueden comprar rollos pequeños o grandes, dependiendo de la cantidad que se necesite. El envoltorio de burbujas también se usa para forrar sobres para protección adicional de artículos como CDs que se envían.
¿Cómo se aplica el embalaje de protección a las pequeñas empresas?
Cada tipo de embalaje de protección tiene diferentes cualidades.
Los embalajes de cacahuetes son baratos, por lo que se pueden comprar en grandes volúmenes a bajo coste. Una desventaja obvia es que pueden derramarse en el suelo cuando se sacan los artículos de las cajas – una absoluta pesadilla.
El envoltorio de burbujas es resistente al agua y un excelente protector contra la suciedad y el polvo. Además, como viene en varios tamaños de rollos, es fácil comprar la cantidad que necesitas. Sin embargo, los rollos de papel de burbujas pueden ser bastante gruesos, así que ten en cuenta si estás ahorrando espacio.
La espuma es resistente y duradera. Resiste el moho y el desgarro y es ligera, por lo que añade poco a los costes de envío. También puede ser impregnada con carbono o tratada con surfactantes para hacerla antiestática, por lo que es ideal para usarla para embalar aparatos electrónicos. La espuma es más costosa que el plástico de burbujas o los cacahuetes, pero su versatilidad es brillante.
Los usos de los embalajes de protección pueden ilustrarse pensando en su papel si su empresa se trasladara.
El embalaje de cacahuetes proporciona una amortiguación cuando varios artículos, como los auriculares de teléfono, se juntan en una caja. Los cacahuetes evitan que los teléfonos se golpeen entre sí. Aunque se puede utilizar papel de burbujas, habría que cortarlo y asegurarlo con cinta adhesiva. En este caso, los cacahuetes son una opción eficiente.
Las hojas de espuma se pueden usar para envolver monitores de ordenador, por ejemplo. También resultarán útiles cuando se ponga en una caja la vajilla de las zonas comunes: colocar láminas entre los platos y los tazones puede evitar que se astillen y se rompan. La espuma podría ser una opción más sabia que el plástico de burbujas, en estos casos, porque el peso de los artículos que se envuelven puede hacer que las burbujas revienten.
Sin embargo, el plástico de burbujas es ideal para algunos artículos frágiles. Por ejemplo, puedes proteger los lienzos de pared envolviéndolos en plástico de burbujas, para que no se rompan.
También puede envolverse libremente alrededor de los extremos de las patas de la silla, para evitar que perforen otros objetos que te llevas a tu nueva oficina.
Reciclaje del embalaje protector
El embalaje de los cacahuetes se hace cada vez más con poliestireno reciclado. Esto, por supuesto, significa que puede ser reciclado de nuevo. Los cacahuetes de embalaje también son fáciles de guardar para su uso futuro. Una vez que los artículos han sido sacados de una caja, los cacahuetes que quedan pueden ser puestos en una bolsa, listos para la próxima vez que se necesiten. En realidad, también es posible conseguir maníes de empaque hechos de almidón de maíz, que es biodegradable.
El polietileno, del que se hace tanto la espuma de embalaje como el plástico de burbujas, también puede ser reciclado. Como el poliestireno, es recogido por las empresas de recogida de residuos y enviado a los fabricantes de envases. Luego es triturado, extruido al revés y formado en pellets, que constituyen la materia prima para fabricar más espuma y plástico de burbujas.
Para obtener más información sobre cómo aprovechar al máximo su embalaje protector y cómo su pequeña empresa puede reciclarlo, visite nuestra Clínica de embalaje.